El día y la noche

¿Quién preguntó de qué color es la noche? y del otro lado alguien respondió:
-La noche es para los amantes que bebieron el vino del placer y que durmieron olvidando el frío que los desprotegía-alguien más afirmó…
-Si, hoy los vi complacidos: como si ella hubiera dado a luz el orgasmo del hombre mientras el la envolvía para no dejarlos escapar.
-La noche trae tinieblas. Las cobija bajo países astrales que dibujan perfectamente los valles y llanuras del otro mundo que los hombres ni siquiera han imaginado.
-Hay días en que salgo, me asomo y veo que el suicidio ha invitado al individuo a conocer tal mundo.
-La noche duerme a la víctima y aconseja al asesino. Duerme al hombre y mueve los engranes, ignora a los santos y trafica conciencias con demonios encarnados. Ahoga al ruido y reina el silencio sepulcral de las ciudades perdidas en el eco que dejó la luz. Cuando la noche llega todo muere y las estrellas se encienden.
-¿Cómo puedo imaginar esa paz? Si sólo respiro las costras de la perdición que ha dejado el pecado mortal. Si sólo veo como el hombre se destruye inconscientemente y nunca los veo descansando de tal violencia y madurando una salvación que tal vez nunca llegue. Si sólo respiro las cenizas del reino que murió y huelo las flores esparcidas por las tumbas de los reyes Merovingios vírgenes inmaculadas y criaturas celestiales: La Tierra.
-En la noche pasa de todo. Hasta el joven más inexperimentado escribe para probar su ingenio, para hacerse preguntas que nunca serán respondidas o que tan siquiera tardarán mucho tiempo de reflexión.
-Tienes razón, pero yo veo a la mujer que le responde y que piensa en él. Algo que los une y por eso lloran y se lamentan al mismo tiempo, se extrañan y se aman en el instante. Ciertamente hay preguntas que ninguno de los dos se atreven a pensar como: ¿de dónde vienen?; ¿si irán de la mano?;¿el porqué están juntos?;¿quién más llegará?;¿dónde morirán?...
Pero esas son preguntas que no nos incumben. Recuerda que el día y la noche nunca se amarán, nunca llegarán a la misma plaza para hablar de ideologías o intercambiar relatos. El día nunca ha sabido y nunca sabrá de que color es la noche. Sólo se comunican para mantener a mujeres y hombres en perfecto equilibrio de luz y tinieblas: EL DIA Y LA NOCHE HAN HABLADO.