jueves, 20 de agosto de 2009

Síndrome Napoleónico

Sigo clavadazo en el libro de Más allá del bien y del mal. A pesar de que me digan que lea otras cosas pues simplemente no puedo antes de terminar este libro. Agradezco las recomendaciones y en verdad las voy a tomar en cuenta.
En esta ocasión les traigo este extracto del mismo Federico:

Siempre han existido los rebaños humanos, desde que existe el hombre y es por ello que siempre ha sido la inmensa mayoría quien ha obedecido y un numero muy reducido el que ha mandado;considerando, pues, que la obediencia ha sido lo que mejor y más constantemente han ejercitado al igual que cultivado los hombres, es justo suponer que, en general, todos los individuos poseemos una necesidad innata que nos impulsa obedecer, una especie de conciencia formal que ordena:"Sea lo que sea, debes hacerlo incondicionalmente, o no hacerlo incondicionalmente", en una palabra:"Debes".
Dada la fuerza, la impaciencia y la tensión de esa necesidad, su acción resulta poco exigente a la hora de elegir lo que debe o no debe hacer. Tratándose como se trata de un apetito tosco, acepta lo que le grite al oído cualquiera de los que mandan, ya sean padres, maestros, leyes, prejuicios sociales u opiniones públicas. el desarrollo humano es tan absolutamente limitado, indeciso, lento y, con frecuencia, regresivo a la vez que tortuoso, porque el instinto gregario que impulsa a obedecer es el que se hereda con más facilidad, y ello va en detrimento del arte de mandar. Supongamos que ese instinto llega hasta sus última y aberrantes consecuencias. Al final. o no habrá nadie que mande y que sea independiente, o quien lo haga se sentirá culpable y necesitará, para poder seguir mandando, engañarse a sí mismo a base de llegar al convencimiento de que también él se limita a obedecer.
Actualmente incluso se piensa que no es posible prescindir de jefes y de carneros que guíen al rebaño, por lo que se intenta denodadamente sustituir a los dirigentes por un conjunto formado por la mera agregación de individuos de carácter comunitario que sean inteligentes. esto es lo que ha dado origen, por ejemplo, a las Constituciones representativas. Con todo cuando aparece un hombre que manda de manera absolutista estos animales del rebaño que son los europeos de hoy se sienten sumamente aliviados y liberados de una carga que se hacía insoportable. El último gran testimonio es esto viene representado por al influencia que ejerció en la sociedad la aparición de Napoleón. Casi podría decirse que la historia de la influencia ejercida por Napoleón equivale a la historia de felicidad más elevada, que, a lo largo de este siglo se ha alcanzado en sus hombres y en sus momentos más valiosos.

¿Se puede aplicar a la actualidad y a nuestra sociedad?

Hace tres años tuve un mal año, varias cosas sucedieron que hicieron que mi forma de ver la vida cambiara. Ya estaba cansado y simplemente trate de explicarme como veía mi entorno. De nuevo Don Federico le dio al clavo y mi subconsciente me atrajo hacia lo que algún día escribí. No se si auto censurarme pero bueno con todo el riesgo que puede acarrear aquí les va:

“Francia”

Los franceses son amantes de la vida fácil, no les gusta vivir con complicaciones ni mucho menos con preocupaciones morales. Les gusta jubilarse, distraerse por las noches practicando algún deporte, cocinando. No les gusta pensar: solo planificar lo que van a ponerse el próximo día y a donde ir las próximas vacaciones.
Si alguien irrumpe su tranquilidad moral, o más bien, si alguna vez se sienten acechados por los problemas de uno: se lamentan y casi mueren de preocupación. Se ofenden y uno se siente en deuda con ellos. Deuda de consolarlos de ayudarlos y sacarlos de los problemas de uno.
No saben perdonar aunque no les pertenezca ese derecho; creen que perdonar les va a traer de nuevo problemas, que van a regresar a la misma angustia.
No se arriesgan. Los franceses que algún día se arriesgaron están muertos, murieron en la gloria: decentemente. Ahora no son más que historia, más no un ejemplo.
Trabajar, comer, dormir…
Trabajar, comer, dormir… no hay nada de interesante.
Son conocidos por su pasado mas no por su presente…presente aburrido, podrido…en el que no arriesga gana, mas gana monotonía…nadie los conoce ni se quieren dar a conocer y lo peor…nadie los quiere conocer.

Inadaptados…tan inadaptados que si salen de su burbuja es como si los sacaran de su pecera y se ahogan….por eso se aguantan su misma apatía porque no tienen, no saben a donde ir… así es… a final de cuentas se terminan casando con su misma raza…aunque ni ellos mismos se soporten.
Bueno, al menos, ellos se hacen mierda y no a los demás.

Liberté égalité va te faire enculer.

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